En mi reciente viaje a Málaga de la mano del patronato de turismo de la Costa del Sol, pasé en la zona cuatro días y tuve la ocasión de probar la cocina de diferentes restaurantes, aquí os hablo de los tres que me perecieron más característicos de Málaga capital, incluyendo mi favorito.
RESTAURANTES EN MÁLAGA EN LA PLAYA: EL CHIRINGUITO GUTIÉRREZ PLAYA
La gastronomía típica de Málaga es muy variada pero, sin duda, tiene un rey: el pescado frito. ¿Qué hay más típico en el sur que ir a un chiringuito y tomar pescaíto frito? Pues Málaga no se queda atrás y aquí hay una gran estrella: el boquerón malagueño. Además en Málaga, junto a la fritura, está el espeto, la forma tradicional de comer sardinas que son clavadas –o espetadas– en una caña con la que se ponen al fuego.
No fuimos a Málaga precisamente en temporada de sol y playa, de hecho era casi invierno, diciembre con más exactitud, pero, aún así había que ir a un chiringuito a comer pescaíto frito, ¿no?
Fuimos a uno de los que está considerado de los mejores chiringuitos de Málaga: el Gutiérrez Playa y cayó, como no, pescaíto frito: calamaritos, adobo, rosada, jibia, pulpitos… La comida estaba bien y el servicio fue muy bueno pero se notaba que estaban a medio gas. En invierno no va mucha gente a los chiringuitos y sólo abren los fines de semana. Por supuesto tienen también espetero, de hecho íbamos a tener un show cooking sobre “el arte de espetar” pero finalmente, y justamente por ser temporada baja, fue imposible. ¡Habrá que probarlo en verano!
RESTAURANTES BUENOS Y ROMÁNTICOS EN EL CENTRO DE MÁLAGA: LOS PATIOS DE BEATAS
No conozco muchos restaurantes en la ciudad así que no puedo decir si éste es uno de los mejores restaurantes de Málaga. Lo que sí puedo decir es que me encantó y que, si estáis buscando un sitio bueno para comer o cenar en el centro de Málaga, Los patios de beatas es una gran opción. En realidad es más que un restaurante: es también vinoteca y tiene un pequeño museo dedicado al vino, además de organizar periódicamente eventos también relacionados con el mundo de la enología.
Yo tengo que admitir que no soy muy amante de los vinos, pero con su gastronomía disfruté mucho. Es una mezcla de gastronomía malagueña/andaluza, más de la sierra que marinera –aunque también tienen platos de pescado por supuesto– con algún toque internacional. Nosotros empezamos con una cata de aceites, exquisitos, y con ibéricos y croquetas –muy buenas sobre todo las de boletus y trufa– pero lo que estaba absolutamente insuperable era el plato principal: una de las mejores y más tiernas carrilleras que he comido nunca –no la suelen tener en carta pero podéis pedirla y os aconsejo vivamente hacerlo–. El brownie con salsa de praliné y helado de la pasión también estaba exquisito.
Por cierto, el sitio en sí también es encantador: es el fruto de la rehabilitación de dos casas históricas en el centro de Málaga, una del siglo XVIII y otra del siglo XIX, cada una con su patio. Por el ambiente me pareció también una buena opción de restaurante romántico, así que si buscas restaurante para San Valentín, ¡ya sabes!
RESTAURANTES TÍPICOS EN EL CENTRO DE MÁLAGA: EL PIMPI
No se puede hablar de restaurantes en Málaga sin hablar de El pimpi, una de las bodegas con más solera de la ciudad y que ya es toda una institución. Nació en 1971 en un caserón del siglo XVII y desde entonces ha recibido a la crème de la crème de los famosos ibéricos: desde la baronesa Thyssen hasta la duquesa de Alba pasando por Antonio Banderas y muchos políticos y personajes del arte, del flamenco y del toreo, entre otros. Sus firmas en los barriles lo recuerdan a todo el que pase por ahí. Ah, como curiosidad, el “pimpi” era el que ayudaba a los tripulantes y pasajeros de los barcos que atracaban en Málaga y que se convirtieron primeros “guías informales” de la ciudad.
De primeras su decoración te hace pensar en un sitio para “guiris” pero la verdad es que, aunque sí que hay turistas, también está lleno de malagueños. Y la comida me sorprendió positivamente. Nosotros probamos, además de aperitivos y unas tostas, la sopa de maimones –una sopa de ajo típica de Málaga–, alcachofas confitadas con dados de jamón y carrillada ibérica. ¡Todo muy rico! Y el ambiente, también muy bueno. Un sitio que hay que probar por lo menos una vez si vas a Málaga. Ah, es enorme y tiene muchos ambientes diferentes, ¡no os perdáis!
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