Mala atención en restaurantes: ¿los dueños no tienen nada que ver?
Sobre la dificultad que enfrentamos los porteños para conseguir un buen servicio a la hora de salir a comer fuera de nuestra casa, levantaron un revuelo notable. Fue una de las notas más comentadas del día y mi casilla de e-mail explotó.99,7%. Esa fue más o menos la proporción de lectores que coincidieron totalmente con la propuesta de la nota, y debo agradecer que la enriquecieron con sus propias propuestas y experiencias. Justamente, uno de los planteos más reiterados fue preguntar y preguntarse sobre que tienen que ver los dueños y encargados en todo este asunto.
Hoy hay varios lugares en Buenos Aires y alrededores donde también pasa lo mismo, y donde la atención es excelente. Pero son los menos
Dueños-encargados ausentes. A mí me gusta mucho ir de incógnito a comer afuera y pagar por mi comida, para evitar el "servicio especial" al periodista, y asimismo no caer en la obligación de elogiar TODOS los restaurants que se comentan. ¿Y qué sucede cuando se critica un lugar? Por lo general, nada. Nadie se da por aludido, diga lo que se diga. Para botón de muestra está mi crítica generalizada a la gastronomía que encontré hace casi un año en Villa La Angostura. Puse nombre de cada restaurante; identifiqué aquel donde estaba un afamado chef como Leo Morsella -donde me sentí amenazado por un mozo- y la única respuesta vino de una dama de la Cámara de Comercio local dándome la razón sobre el deterioro gastronómico en que habían caído.
Mozos que aparecen. También tuve el ejemplo insólito de L´Ecole en Buenos Aires. Critiqué lo que consideré un mal servicio, y me vino a ver a mi escritorio, luego de enviarme un mail, el mozo, Mariano Macu Alcorta, y me explicó que lo que había pasado es que ese día justo era el día en que su mujer estaba internada para tener su primer hijo... Se disculpó y me pidió que le diera la oportunidad de atenderme nuevamente, por lo que volví a ir, recibiendo un servicio 10/10. Es más, ¡hasta me invitó al bautismo de su hijo!
Conclusión. No tengo la menor duda sobre que el responsable del mal comportamiento de un mozo es, también, el dueño o quien esté a cargo del restaurante. Encima, pudiendo hacerlo, se niegan a contratar a alguien para que periódicamente se dé una vuelta por el lugar y, sin darse a conocer, chequee como andan las cosas. Es la actitud frecuente de un empresario pyme nacional: "¿qué puede ver que no haya visto yo?" Y así les va. Me refiero a que les va mal, pero por suerte, la Argentina brinda excusas permanentes para ocultar nuestros fracasos
- TODOS ESTOS PÁRRAFOS RESALTADOS, QUE HACEN REFERENCIA A NUESTRA GASTRONOMÍA, A NUESTROS DUENOS DE RESTAURANTES Y BARES Y QUE TODOS SABEMOS QUE SON CIERTOS, QUE NO TIENEN UNA LETRA DE MENTIRA DEBERÍAN PRODUCIR ALGÚN CAMBIO EN NUESTRA FORMA DE ENCARAR LOS CAMINOS GASTRONÓMICOS.
- SENORES DUENOS, DEJEN DE SER EMPLEADOS DE SI MISMOS O LO QUE ES PEOR SON EMPLEADOS DE SUS EMPLEADOS, CON EXPERIENCIA Y CARÁCTER ELLOS HACEN QUE USTEDES CUMPLAN CON CUALQUIER TAREA MENOS LA INDICADA COMO DUENO, ES FÁCIL DEBEN CONVERTIRSE EN EMPRESARIOS GASTRONÓMICOS. GRACIAS
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