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miércoles, 12 de agosto de 2015

Restaurantes y Bares a Puertas Cerradas

Restaurantes y Bares a Puertas Cerradas (Clandestinos)

Contraseñas, cócteles cuidados y gastronomía de primera marcan los sitios clandestinos que ahora viven un auténtico «revival». El aura de lo secreto, de lo oculto, ejerce su influjo en los comensales, ávidos siempre de nuevas experiencias. Reservados e íntimos, aguantan la paradoja de dejar a un lado el anonimato a base de exclusividad y calidad en sus propuestas.

NUEVA YORK

Cuando la Ley Volstead o la Enmienda 18 de 1919 prohibió la fabricación, consumo, venta o transporte de alcohol en EE UU, empezaron a surgir rutas de importación o exportación clandestinas como la del Capitán Bill McCoy, que introducía en el país alcohol, pero sólo alcohol de calidad, buenos rones (Rum Row era el nombre de su ruta), whiskeys irlandeses y escoceses (como Cutty Sark, que precisamente se empezó a fabricar en Escocia en plena Ley Seca en 1923). Y, además, surgieron por las ciudades bares clandestinos donde se consumía todo ese alcohol y se vivió la época más loca del siglo XX. Pocos bares clandestinos o speakeasies quedan ya de aquella época en Nueva York.

Pero todos los de esta lista conservan su esencia e intentan mantenerse ocultos tras barberías, cafeterías o tienda de perritos calientes… Aunque Nueva York probablemente sea la peor ciudad para guardar un secreto. De hecho, algunos de estos speakeasies que son de las mejores coctelerías de la ciudad, ya tan poco secretos, que si quieres mesa, será mejor que reserves, sobre todo en fin de semana. Pero aseguramos que lo que encontrarás detrás de la puerta invisible o las escaleras escondidas, merecerá la pena.

BARCELONA  -  MADRID

La crisis económica que sufrimos desde hace varios años ha agudizado el ingenio de los empresarios que se dedican al negocio de la restauración ante unos clientes hartos de los elevados precios y del mal servicio. La fiebre o moda por los restaurantes clandestinos tiene su origen en Cuba y en Argentina, donde a principios del siglo XXI chefs amateurs comienzan a ofrecer cenas y comidas en sus casas. En Europa, el boom por este tipo de iniciativas tiene su origen en el año 2009 en Londres, ciudad que se caracteriza por recoger las últimas tendencias en materia de ocio.

Pero, ¿qué son los restaurantes clandestinos? Se trata de locales ubicados en casas particulares, garajes o tiendas que pasan desapercibidos para la mayoría de las personas y cuyo gancho es precisamente su exclusividad y diferencia frente a los formatos convencionales. Así, algunos exigen una clave secreta para poder entrar y que solo puede darte el dueño si le caes bien (este es el caso del Club Mutis de Barcelona), otros son galerías de arte por la mañana y por la noche se transforman en restaurantes exclusivos (Asiana, en el barrio de Chueca de Madrid).Algunos de sus detractores los acusan de usar estrategias de marketing para “engañar” a sus clientes, pero no podemos negarles su originalidad en un mercado excesivamente saturado y donde se demanda cada vez más propuestas originales para atraer nuevos públicos.

En España, Barcelona parece que está siendo la ciudad más activa en este tipo de restaurantes, donde a través de una inteligente campaña de marketing, los dueños de estos locales esconden estos bajo otra apariencia. Así, podemos encontrarnos con tiendas de antiguedades o tintorerías que en realidad no lo son.Aqui van mis recomendaciones en Barcelona y Madrid.

LONDRES

En 2009, Europa, principalmente Londres, acoge esta tendencia con gran entusiasmo. La crisis financiera y un consumidor decepcionado por los elevados precios, propician que muchos particulares comiencen negocios clandestinos en sus casas. Como comenta Tony Hornecker, quien regenta uno de los restaurantes secretos más conocidos de la escena londinense: “antes de abrir The Pale Blue door no tenía ni para comer cebollas, ahora al menos me gano la vida decentemente”.





















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